Desperté,
vi que estabas a mi lado.
No recuerdo todo,
pero la noche tuvo
que ser azahar
por ese olor de tu mirada
que me habló.
Creo que te besé...
mis labios saben a ti.
Y creo que te abracé sin prisa
porque mi pecho no duerme.
También creo que te acaricié,
mis manos llevan luna
de tus ojos cerrados.
Calza tus zapatos y relajaté
que yo conduzco;
y cumplamos la mirada
que dejamos soñando.