En este silencio
de la noche, escúchame.
Nada más te pido.
Acompáñame, para que pueda
recuperar las horas
que hemos compartido,
y que hoy están lejanas.
Es mi gran sentimiento
el que te habla.
Tengo tantas cosas
por decirte, que no sé
por dónde comenzar.
Por el principio, por supuesto.
En el amor tendría
que existir sólo un principio,
sin un final...
Sobre todo, si ese final
es injustificado.
Ambos queremos tener razón.
Y pienso que los dos la tenemos.
Esa competencia
de las parejas...
la de la razón.
El yo tengo razón, no tú...
Ambos somos seres de paz.
Y esa paz debemos tenerla en vida.
No quiero incomodar
con palabras que no quieras escuchar...
De todos modos,
no voy a recriminar.
No quiero exasperar
con palabras que puedan herirte.
No es mi intención.
Escúchame, con paciencia,
con amor. Como el que tenías
cuando nos conocimos.
Démonos una tregua.
Y tratemos de hacer las paces.
Si estás de acuerdo,
hemos de volver a estar juntos.
De lo contrario,
que cada uno tome su camino.
Hugo Emilio Ocanto
12/03/2016
DERECHOS DE AUTOR