Dime, juglar afligido
y responde, con franqueza;
¿Quién te ha mostrado el camino
que han de seguir los poetas?
¿Acaso ha sido la luna
tan caprichosa y esbelta?
¿O fueron los ruiseñores
para jugarte una treta?
¿Sería la noche oscura
con sus primores de estrellas?
¿O serafines dorados
con sus querubes violetas?
¿Será tal vez el rocío
sobre la fronda reseca?
¿O el renacer de las almas
cuando el ocaso está cerca?
¿Serán las nomeolvides
cuando en las tardes me piensas?
¿O el canto de los chuchubes
que te susurran sus penas?
Si porque estoy taciturno
cuando te miro serena,
es el panal de tus labios
que endulzan... mi noche buena.
Franklin Joel Blanco Aparicio.
Villa de Todos los Santos de Calabozo.
Venezuela.