(I)
En el ángulo oscuro de la tarde,
un poeta se vierte.en ríos... de tinta derramada,
la letra impresa deshace... su labio que le hiere
entre lánguidos pinares... y exhausta enrredadera,
Paris gustó... de Elena enamorada
mas de dama alguna... la tarde se agasaja,
y sin embargo reza... la auríspice
de precaria llamarada,
desposeída de oráculo...
mi boca se entretiene.
(II)
De nardo y labio... se vierten las auroras,
y de enaltecida rosa... se hieren las hetairas
venciendo la dulce... e impúdica presencia
en cuerpos, almas... y pactos delirantes,
mas Dafne... humilde se me anuncia,
en su cálida caricia... derramada,
besando muy despacio... el alma que la sueña,
entre piélagos heridos... y huidos se enamora,
y así me niego ufano... y vencido de lisonja,
ante mi párpado insomne... de aúlica impaciencia,
lacerando la tarde... en océanos de bruma
en crepúsculos de arena... y lirio derramado.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.