Somos locos, somos fanáticos de lo imposible.
Enamorados de aquello intangible,
pero si visible en la fantasía.
Perdidos en esa ambrosía que germina en la
palma de Dios y crece en la montaña.
Que esperamos a un dia, a que llegue el mañana
y que al llegar solo queda la luz
de ese amor imposible,
que por siempre te araña.