el inspirado

Suspiro

En tus labios nace 

un suspiro,

delicado cual mariposa

de rocío,

cálido como una brisa 

sin destino.

¡Ah! una ilusión ha provocado

ese suspiro: 

la visión de un dorado jardín 

infinito.

O tal vez un recuerdo casi 

perdido 

ha hecho que te extravíes 

en el vacío.

Nada se compara a tus labios 

contraídos 

cuando dejas escapar un tenúe 

suspiro...

Entonces, entre temores y sombras,

me decido

y te pregunto: -¿cuál es la razón 

de tu suspirar,

amor mío?

Y tú sonríes. Y con tu respuesta 

me llevas al paraíso:

-es que he imaginado una eternidad 

contigo.