Subo y bajo las escaleras
que me llevan al sin fin
de tu boca tan renegada
y tu voz tan de montaña.
El eco es imagen transfigurada
por el espejo roto de un sueño
la mano tapando el sol
corriente quemando nuestros ojos
siniestras mentiras y verdades.
Todo el tiempo es oro
todo paso es vestigios de placeres
en la solemne oscuridad de la noche.