Tengo anegada el alma de lluvia incesante,
que por su cristalina piel va arrojando filamentos
de silente luna, sumida en esa su soledad parecida
tanto a la mía, que en el infinito universo despojada
de manos como a mí me dejaras un día, sin llenarte
de caricias que rehuiste, invadiendo mi vida
de nostálgicas letras de amor y dolor, pues desde
que te fuiste te escribo en cada estrella entre suspiros,
nacidos de mi alma anegada de lluvia por ti.
Shedar