(Inspirado en Mairiam)
Se nota en demasía
la sonrisa perturbada
podría decirse, también
forzada.
Esa costumbre de mirar a los costados
para que no se note el brillo ese
que se produce en los ojos
cuando uno está por llorar.
Pero no lo hace, claro que no
no suelta una lágrima en toda la noche
pero sí suelta sus ojos
se nota en sus pupilas perdidas.
Miente
sin palabras.
Miente
con su sonrisa.
Con una nube de maquillaje
tapa su dolor inconmensurable
e inalterable,
y se refugia en la oscuridad.