Tal vez no era el tiempo, el momento ni la hora para llegar yo a tu vida; pero si era el indicado para que tú llegaras a la mía.
Tal vez sea un error en tu vida, esos que nunca se olvidan a través del tiempo. Por no ver como tu vida se acaba y verte sufrir al estar conmigo, he decidido sacrificarme hoy para no causarte dolor al solo brindarte un poco de amor. Y es que es mejor decir adiós vida mía, que ser una amarga condena.
Tu amor es tan puro e incondicional, que no quisiera dañarlo con mi forma de ser, al crear recuerdos que nunca serán y expresar promesas que nunca cumpliré. No quiero ser una ilusión en tu vida y luego un simple recuerdo, por eso digo adiós.
Tal vez sea un cobarde, al tener miedo y huir por no saber amarte toda la vida como te lo mereces, pero eres tan hermosa y dulce como la primavera que no quiero apagarte con un frío y amargo invierno como lo soy yo.