La noche estaba dormida,
La luna la adormecía,
La cantaba cantos locos
De tristeza y de alegría,
Y las pasiones oscuras
De dolores y de penas
Se ahogaban hasta la sombra
De la luz de las estrellas.
La noche estaba dormida
En un bosque de eucaliptos
Y los hongos escondían
Enanos libres y gordos
Mientras los sapos cantaban
Y las ranas respondían
Una canción mexicana
Que ninguno conocía.
La noche estaba acostada
Y su panza se arrimaba
A la luna y a la cuna,
Al chocolate naranja
Y a los zapatos brillosos
En cadencias liberadas.
Cada vez que te veía
Me acordaba de los yuyos,
Los quesos y las comidas
Con arreglos de aceitunas,
Y un plato lleno de fruta
Adentro de la cocina.