Miro el paisaje con la cabeza abajo
y siento el viento que corre arriba;
pensando en tu pose de mujer altiva
se quiebran mis sentimientos de tajo.
Y así caminando voy triste y cabizbajo
como un pedazo de roca viva;
con el alma quebrada y pensativa
buscando hacia la muerte un atajo.
Asolada y en blanco queda mi mente
que casi puedo escuchar las sirenas
son clavos que se hunden lentamente.
Y en silencio, iré sollozando mis penas
caminando por la calle tristemente
respirando nostalgias, respirando apenas.