Apareciste tú con esa fascinante personalidad,
con esa hermosa sonrisa que me hace suspirar...
Con esa tierna y anticuada forma de ser;
apareciste tú. Sin esperarlo, sin saberlo y sin pensarlo.
Sin saber que serías el causante de mis desvelos,
y sin saber que serías tan importante en mi vida.
Apareciste tú...
Y no sabia que serías el motivo de mis poesías
-Val Rodríguez