Viven prisioneros en su propio mundo,
las reglas ya están establecidas ellos
no intentan escapar ni siquiera, ni saben que
están atrapados, tienen dioses
que los alimentan y les dan
agua, su mundo es grande,
sol, luna, lluvia y noches frias.
Su mundo lo tiene todo,
ellos viven prisioneros,
sus alas no vuelan,
todo gira a sus jaulas mentales,
ellos viven felices porque no saben
que hay mas allá, avecés les abro la
puerta, pero ellos se niegan.
Pobres sus destinos, pobres pájaros enjaulados,
seguro hay alguien que escribe sobre mi
prisión y mi forma tan ciega de ver
la vida, quizas me niego a ver que
hay mas allá, o simplemente
me lo ocultan.
Al final todos somos prisioneros
de lo que queremos creer.