Y rondarás las huellas
de mis huellas
en el exilio de la impaciencia
deseando saciar la resilencia
de este latido que ahora es mío.
Y aún con el amor tibio vencido
ambularé por tus pensamientos
en la palabra rota que fue muriendo
con la desnudez del cinismo.
Desde mí a tu mano
hay un abismo
una gota de amor desparramado
que repite tu nombre desgranado
en mi silueta, ahora mismo.