Otra vez erré el golpe! Estuve tan cerca...
Un poco más, con un poco de suerte y más precisión, lo habré logrado.
Me molesta no poder levantar la cabeza. Es como si mil cadenas invisibles me ataran al piso, impidiendo que pueda ver con nitidez al bastardo que tengo delante mío.
Mis ojos ya no me ayudan, los tengo enceguecidos, por alguna magia incomprensible, que me produce un ardor y dolor insoportables y terribles.
Un resoplido más, un esfuerzo más! Dios mío! Dame fuerzas para seguir adelante!!
No permitas que se burle nuevamente de mi el cruel destino...
Es tan rara esta sensación en el cuello, es tan caliente el sudor que baña mi cuerpo.
Me enfurece la forma como se menea frente a mí, esa horrible y espantosa cosa.
Pero ya casi la tengo, un poco de suerte más, y al fin la habré hecho mil pedazos.
La bulla en derredor me aturde, el polvo me ciega más todavía.
No se lo que está pasando. Es como si una mano invisible me sacara de la dirección correcta, en el preciso instante, cuando tengo al maldito justo frente a mis ojos, a punto de darle un golpe certero.
Un último esfuerzo más! Ya casi no siento nada, el dolor ya me es ajeno.
Pero mi corazón aún late con fuerza y sigo respirando, aunque estoy terriblemente agotado.
Hay algo que llevo en la sangre, que me obliga a lanzarme con todo mi vigor y con vehemencia hacia adelante.
Reúno lo que me queda de fuerzas, tomo mi último impulso, y me bato con toda la furia de mi alma!
Ah! Es un dolor punzante y hasta cierto punto agradable, el que viene desde el cuello, y me deja sin aliento.
Me libero... siento que ya no estoy aquí... ahora floto en el aire...
Lo tenia tan cerca... ya casi lo había logrado... Pero la suerte, en esta ocasión, no me ha acompañado.
La gente aplaude de pie, hay muchos \"olé\" en las tribunas, mientras me cortan las orejas y la cola, y se la entregan al matador, quien sonriente, saluda.
Señores, la corrida de toros, ha terminado....