EL POETA Y LA LECTORA
El poeta:
En su lecho de quimeras
Acaricia el cuerpo
Hasta sujetar por la cintura
Con elegancia y con dulzura
La fina pluma
De la que extrae versos
Que obnubilan el alma.
La lectora:
Sueña con ser esa pluma
El lápiz que acompaña al poeta
En todas sus fantasías.
Y así pasan los días
El; en su mundo sublime
Lleno de sueños y versos
Y ella en su realidad
Añorando sus besos…yo mimo