¡Sangra! pecho compungido,
sufriendo, penando olvídos,
sintiendo, dolor inclemente,
y lobos de anhelos perdidos,
hambrientos besan la frente.
Sueñan en regresar tiempos,
adonde no hayan desvaríos,
sin tristezas y sin rencores,
de abiertos cielos floridos,
¡emociones! cálidos suspiros.
Gozando sus juegos astrales,
cántares plenos de rosales,
noches claras, diáfanas, frías,
entre bellos campos Eliseos,
aquejando mi lucha tendría
fugaces amores sin vicio.
Entregando mi alma incólume,
sobre vil cuerpo enmudece,
haciendo proclives juicios,
silencios ondean los montes
plagadas mieses, ¡cicatrices!
Entonan llantos ¡ausencias!
enjugando míseras pasiones,
trayendo mustias ilusiones
sin reproches, ni condenas,
destilado colirio en mis ojos.
Y húmedecidos de mil antojos,
conmovidos en crueles enojos,
que al fragor de las delícias,
y horas perdidas de caricias,
entra lánguida tarde sombría.
Sobre este corazón desecho
amando recuerdos horas vividas,
exasperado en huido suplicio,
y flagrante angustia del lecho,
que espera que su alma sea mía.
raquelinamor
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Venezuela/2016