La madrugada empieza,
la noche bosteza,
Y un mándala se agita,
en la pierna de mi princesa.
Musa que goza, como mariposa,
encima de mi cuerpo reposa,
mientras sus besos,
los sentimientos me rozan.
Flor. Silueta,
en el corazón tiene maleza.
Los recuerdos pesan,
das vuelta en mi cabeza.
Caricias me regala,
una carta se resbala,
y se cruzan las miradas,
por sonrisas ya cansadas.
El corazón se mantiene despierto
de par en par abierto,
su olor a rosa,
en mi piel se posa.
Ya que su espíritu leo
me tiene en su deseo.
No se que tiene,
se ríe nerviosa,
la noche se aleja piadosa
mientras en mis brazos
duerme una diosa.
Por la mañana despierto,
me siento muerto.
Busco a mi amada,
a mi lado,
Solo esta su almohada.
La habitación esta vacía,
no quedan ganas ni alegría.
Tengo que despedirme
hoy, es su ultimo día.
La distancia crece,
el tiempo envejece,
su piel desaparece,
parece que se va de viaje.
El corazón entristece,
recuerdos fallecen.
Su olor aun me enloquece
Aun que el ser de lucifer me besa,
las nubes se alejan con sutileza,
ahora que no esta…
La sonrisa traviesa de mi princesa.