Noche de boda
Tú me dices, -veo en ti tantos antojos,
ven pues y bésame en la boca,
más también bésame en los ojos
y dale salida a tu ansia loca
Déjame tu aliento en los cabellos
que ahí también quiero caricia,
que caiga tu suave brisa sobre ellos,
y que gocen mis rizos su delicia.
Y en un frenético agitar de ensueños
en fiesta de besos y caricias
de ternura y pasión somos dueños
entregándome tú tus primicias.
De besos me pediste te llenara toda
y así respondiendo a tu pedido
en la primera noche de nuestra boda
exhausto en tu pecho, ¡me quedé dormido!