Quisiera ser poeta
para enredarme entre palabras,
saborear el licor dulce del amor,
vivir entre la bruma
del humo del cigarrillo.
Tomar un café de aroma eterno,
vivir entre noches de insomnio,
estar en las tardes de tertulias,
recitar a los grandes
y resucitarlos en cada frase.
Vivir con la mirada perdida
que se encuentra en el brillo de los árboles.
Tener los pasos tan ligeros
que flotan en el aire,
quisiera ser poeta
que se escribe
sobre la piedra filosofal
de toda historia,
que anda con el rumbo perdido
entre ilusiones
y con el llanto caído
entre las aguas.
Crear canciones
que se queden mirando
al mundo en las esquinas,
mirar mis manos llenas
con la rosa de la poesía.