Eres toda tú, belleza
de encantadora sonrisa;
no debes mostrar tristeza,
siempre llena de entereza
¡ni flaqueza ni sumisa!
Que sea tu dignidad
adalid de ese prestigio,
-ya que no es banalidad
tampoco una terquedad-
siendo tu honradez, prodigio.
No quiero verte llorar
por nostalgias del ayer,
hoy debes reír y ver
adelante y comprobar
lo que ganas al perder
Lo bueno siempre se queda
comprobado al cien está,
la buena vibra afluirá,
esperando que suceda
lo que para tí será.
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MÉXICO, Jul.28/16