Aquí… levanto mi voz…
Para repudiar… para denunciar…
La horrible y pérfida maldad
Que en un corazón pueda habitar
Cuando necesita suplantar
De otro su rostro… su identidad…
Cuando esconde su personalidad
En aras de un amor que no sintió jamás
Robar un amor… un afecto y devoción…
Una confianza que jamás reciprocará…
Aquí… levanto mi voz…
Para repudiar… para denunciar…
Que jamás en él hubo verdad
Una conciencia cauterizada
Que a jugar se habituaba
Sin el mínimo remordimiento
Pues no había un sentimiento
Sólo la vida es una y hay que gozarla…
Su lema…su estandarte… su estribillo
Oh pobre insignificante diablillo
Aquí… levanto mi voz…
Para repudiar… para denunciar…
Que en el amor no puede haber falsedad
Agendas propias, engaños malsanos
Que ante el supremo juez darás un día
Cuentas de cada una de tus cobardías
Y serás en balanza pesado y descartado
Pues amarás a alguien algún día
Y por designio divino será tu retribución…
Amando no poderla retener a tu lado…
Aunque llores, te lamentes, habrás perdido
A aquella que a tu vida daba sentido…
Aquí… levanto mi voz…
Para repudiar… para denunciar…
En el hondo abismo donde has caído…
Carmen Lidia Feliciano
Marzo 28/2010 5:00 P.M.