Te vi pasar, apresurada
tus asuntos, llevabas
en una carpeta apretujada
te vi, en la mañana soleada.
Hoy, ya tarde sorteando la lluvia
pasaste, desprevenida
tu frente despejada
y la cara mojada.
Nunca reparas en verme
tu urgencia, es mayor
quieres hacerme el favor
de encontrarme, en la mirada.
En ella, verás reflejados
tus sueños, más dorados
como un mago taciturno
soy capaz de todo.
Puedo desaparecer, en un sombrero
volar como paloma
puedo ser un pañuelo
puesto en tu mano.
Mira bien, soy ese...
que te mira con recato
pero no me confundas
soy ese, del otro lado.
El de las manos desmesuradas
en un intento de saludo
el que salta dichoso de tu mirada
mostrando, las flores recién compradas.