Cuando la poesía se da la mano con el canto, nace lo sublime.
Notas que se expanden en el espacio.
Una guitarra dulce, sugerente, que enamora.
Una voz que quiebra los silencios y hace despertar los más profundos sentimientos.
Cierro mis ojos para perderme en tanta hermosura.
Buika belleza de ébano, voz de ángel, alma rebelde, divino plectro.
No puedo concebir un mundo sin arte, sin belleza, sin música ni inspiración.
Me embeleso contemplando y admirando la capacidad que tenemos de tocar y hacer tocar lo hermoso. De volar y hacer volar en alas de la musa. De amar y hacer amar lo etéreo.