El abrevadero y la pulsera, el milagro de Raquel.
Qué luz tan extraña, como llamándome, me ha despertado de mi sopor este alba.
Luz para un difunto que atravesaba la ventana mientras contemplaba un techo fabricado de tinieblas, casi tumba con sus telarañas negras por el humo de la chimenea. La vida, si se le puede llamar a lo que vivo vida , se renovaba con lamentos de cachorros sobre sus patas, inquietos como ratas de un barco que se hunde en la montaña.
En el patio al que he bajado, abismo donde viven sus hermanos mayores, siendo yo su Pastor, ídolo, y Dios para ellos. Meditante lacayo me balanceaba fatigado y somnoliento sobre la sombra centenaria del abrevadero, recuerdo tuyo Raquel bajado de Teruel, que un día me regalaste cuando te lo pedí. Seguía en su rincón, naufrago tronco, como su fría tierra , haciendo de enorme tapón sobre la vieja cisterna para que no cayeran los perros que iban por el viejo patio falto de grava como una loca legión. Y sus aullidos , sus lamentos, sus ladridos guardianes, casi de ángeles custodios enloquecedores me han despertado de mis profundidades, casi fosas marinas o tumba primitiva antes de la definitiva, con un ligero impulso vital contemplado a dos perros sobre el abrevadero. He sentido que tu me los mandabas cuando ha vibrado mi muñeca donde llevo la pulsera de piedras que me regalaste. Junto a los recuerdos, de ti Raquel, ésta mi herencia: el abrevadero y una pulsera de las que hacías que me ofreciste en la feria de Albondiguilla.
¿ desesperación, impotencia?
¿ qué se yo?
He agarrado de un impulso ocho cachorros sin pensarlo, sin que mi habitual cansancio se interpusiera ante mi prudente actitud que nadie comprende de dejar las cosas que vayan de mal a peor, y los he metido en un cajón de naranjas vacíos invocando tu nombre y esta sencilla oración:
Por favor Raquel ayúdame a que encuentren un hogar.
¿ quién no sabe en vall d´uixó de todos los vídeos, escritos que he hecho para que adopten a sus hermanos mayores, las peripecias e infortunios que no he parado de sufrir con ellos, por ellos, mis llamadas de teléfonos, mis mensajes de S.O.S. mis ruegos a las protectoras cuyas puertas me han tenido cerradas?
¿ Quién no sabe en valld´uixó lo difícil que es que adopten un solo perro conforme están las leyes?
Por eso cuando rodaba hacia el mercado con los perros suplicaba:
Oh San Antonio, cruel patrón, que hasta ahora nos has abandonado.
Escucha maltratador mi salvaje aullido,
haz que esta camada salga como una flecha disparada.
Y así se ha hecho el milagro,
En menos de tres horas he dado ocho perros.
La gente era empujada,
como hordas mandada por el cielo,
y yo contemplaba un bello milagro
no paraban de pedirme perros.
Las niñas pequeñas lloraban,
Mama, mama, quiero llevarme un perrito.
Y eran arrastradas, empujadas, arrancadas de mi lado por sus madres.
Nunca ha sido el pueblo de vall d´uixó tan generoso conmigo.
He escuchado a varias ancianas decirme:
Fill meu ( hijo mío) se me rompe el corazón al ver a esos pobres perros.
Al volver a casa, volvió la horma su sitió,
la tumba seguía allí
y los tristes perros que me quedaban venían hacia mí:
Zenón, Nerón, Caligula, Dardo, Flecha, Valquiria, Mordedor, y Meidei
Calma, calma,
de pie no, de pie no,
acostados,
No maltratéis mi cuerpo.
Quietos.
Por favor.
Oh penas mías, romperos y que sucumba en un gran sueño.
Techo cae.
Angelillo de Uixó. Recordar que Raquel siempre estuvo muy unida a la protección de los animales y siempre tuvo acogido alguno, cuando la conocí tenía a Boira era la enorme mastina blanca, yo solía acariciar su enorme cabeza, murió hace un par de años.
Hoy pese a ser ateo tengo la sensación de que ha sido un milagro lo que ha pasado.