Jesus Alejandro Reina

Jealous

Desperté... Desperté rodeado en agua.
Un castillo con aguas antillanas,
Nieves polares, rocíos de mañanas.
Desperté en una prisión de lejas montañas.
A mi derecha, ronroneaba un lobo sin lustro,
como vigía bestia encadenada,
Y mi izquierda un dragón sin gusto.
Fijo a mi, sin parpadear en letargo su mirada
Antes de reír
Sí,
reír del heme aquí escribiendo con los dedos.
Y tintineando las cadenas, busqué luz...
Pero no estabas, no había ni el resplandecer de tu olor.
Y caí sobre mis sombras más juguetonas
que danzan sobre mi triste amor azul.
Sin basta, no pararán hasta acabar el color.
Al salir la Luna huirán, y abriré mis ojos...


Pero ya es tarde...
Ya ni tu sensación de compañía encuentro.
Farolas llenas de llamas azules congelan.
El libro de las lluvias ya secó y se agrieta en la mesa.
¿Donde estas? ¿ Donde estoy?

Desperté...

La sutil carcajada del dragón de ojos amarillos,
Ya despierta al lobo de mis días...
triste, opaco, sumido en la parsimonia del vil dolor.

Días... Días sin sol, desde que desperté...
y la cama se vuelve una cárcel de lluvia.