Hoy puedo ver el busto en mi lecho,
en la lapida de mis lamentos,
en la que se me lleven los vientos.
Hoy puedo ver mi honra en mi pecho.
Esta es la historia de un caído.
La razón, el uso se ha extinguido.
El rocío se apoya en mis lágrimas.
Mi espíritu, es reto de las almas
Y aunque el verso escrito vuele a Dios, aun reino aciago debido a pecados,
dele rezo a mi mortaja desvestida por la envidia y la falsedad.
Mi cuerpo cansado, mi vida engañada y mis expiros relajados.
Amé al prógimo con humildad y sin motivo, me fui con la verdad.