Que el olor de tus mañanas desvista a la aurora que te añora
para que seas de ella,
y así encuentre, por fin,
a la mujer que le devuelve a los pájaros el canto
para que la acompañen a adornarte la vida.
Que las canciones no sepan ser si no te llevan.
¿Qué sentido tendrían si de tus manos viene la melancolía;
y de tus ojos cada lienzo de amor?
Que mis poemas se nutran de ti
aunque todos sean tristes.
-Prefiero una vida de nostalgia porque no estás,
que cualquier instante en otros pechos.-
Que la noche se sienta incompleta
si no duermes con ella
pues ni las estrellas ni la luna se suponen como compañeras igual que tú,
y ella lo sabe.
Pero tú eres experta en irte cuando no hay luz.
Que el destino se sienta triste
porque tú no estás a mi lado,
y que los pájaros cambien su dirección
porque todo se revuelve cuando faltas.
Y ya no sabe nadie qué hacer.
Que los océanos ya no escondan tesoros.
No respira un ser que oculte lo que trae tu misterio
ni del que desborde un pedazo de magia de manera tan sutil, amor.
Que el silencio –lo más bonito después de ti-
ya no sepa ser tranquilo y necesite ruido,
porque la paz que ofreces
es análoga a la plenitud que lo sabe.
Y tú ya no estás.
Daniela Sedán