Es que pienso en poesía y todo quiere salir,
Mis deseos y mis gritos emergen de mí,
Las emociones más grandes desean vivir
Y exploto en los versos lo que a decir; temí
Y puedo sacar al fin todos los reproches,
Todos los: porque a mí, que me desgarran,
Los quiebres profundos de tantas noches,
Y las palabras de odio que me amarran
Y me vuelvo capaz de golpear al dolor
Y de expulsar al fin las voces que me guardo
Aquellos: ¡es injusto! Llenos de calor
Aquellas frases que solo en mi interior he bramado.
Con la poesía puedo escupirle a todo lo malo,
Puedo gritar un te odio, o un te amo
Sin preocuparme a que alma calo.
Puedo liberarme de mi negro moho.
Logro recuperar finalmente mis sueños
Y soy capaz de aliviar mi alma,
Veo mis dolores hechos pequeños.
La poesía es la droga que me calma.