De tanto caminar la vida
los zapatos se gastaron
puchas que ha sido sufrida
largas penas lo atosigaron.
La suela rodó tanto
aún quedan los cordones
amarrados como canto
al cuero de los faldones.
Cuando nuevo visitaron
una ventana cerrada
donde unos ojos miraron
si se encontraba la amada.
Luego un poco mas viejitos
fueron a reposar bajo de un roble
donde estaban esos ojitos
de mirada amorosa y noble.
Ahora ya gastados
no pueden seguir andando
se consumieron enamorados
porque se acabaron amando.