Se empeñó tanto en decir te quiero, que llegue a creerlo,
y trás su beso se escondía mi infierno, él un demonio,
un engendro putrefacto que juega al engaño,
yo la presa fácil que engrandece a su ego,
él viene y me atropella el corazón mientras baila una canción,
y no, no hay refugio que me resguarde, no hay oración,
nada que me salve de ese loco que no tiene compasión,
me hizo prometerme su enamorada,
y me tiro por la borda al pretender ser amada,
me erró un par de cadenas en la espalda,
para que cargue el dolor que a él le sobra,
llevo una aguja por cada beso que me dio,
y en los huesos el hielo que por su tacto se coló,
hasta que mi corazón se congeló...
¡El perfecto demonio, incrustado en mi cruz de olvido!
Corazón Roto