Mujer Nagual

Tiempo

Me enamoré de cierto ser de las estrellas,

el una nube era,

que duende parecía fulgurar.

 

Me encandilé con su amor,

en la noche no me cegó,

sólo me transportó hacia el mísmisimo sentimiento.

 

Puentes se tejieron entre las nubes,

geroglificos,

animales, 

garras,

huesos.

 

En mi piel puro fuego,

ardiendo la llama del mundo.

Abriendo camino,

las piernas se abren al parto

 

cristal que te escondes

en lo sencillo de la hoja

cuando se mueve.