Xavier Martinez

VAGABUNDO DE MIS SUEÑOS

Sólo me queda esperar que el tiempo pase

 

ha veces no se puede creer el estar tan cerca de alguien y a la vez tan lejos a la vez…

voy caminando por la calle,

la noche es cálida y las estrellas me observan, pero yo no las veo.

 

El aire no corre y,

a lo lejos,

busco desenfocar las luces que me llevan a revivir el recuerdo.

 

Una lágrima recorre mi rostro y al llegar a mi boca la inunda de palabras que sé que callaré,

prisioneras de mi corazón serán,

de este carcelero e iluso corazón….

 

Sólo me queda esperar que el tiempo pase y ver si es verdad que las heridas cura.

 

 

Pero aunque así sea,

yo voy contra el viento,

y tengo el sentimiento de no querer dejar ir el dolor que habita en mí,

ya que este, nació del amor y ese amor,

nació al ver tus ojos y tu sonrisa,

eso no lo querría olvidar nunca, aunque lastime tanto como el verte llorar.

 

Y siguiendo así,

caminando,

a veces parando,

otras veces yendo más rápido o más lento, cierro mis ojos,

cada vez con más fuerza,

para luego abrirlos y esperar que todo sea un mal sueño y que todavía estés…

pero no es así y las cosas no tienen ni el color ni la forma ni el sentido que tenían tiempo atrás….

es que todavía siento tu respiración a mis espaldas y tu presencia insoluble que hacía que cada día sea eterno y valga más que nada en el mundo un minuto a tu lado,

un segundo en tus labios.

 

 

Quiero volver a sentir tus caricias en mi cara,

suspirar pensando que nada me falta y darme vuelta,

mirar tus ojos y decirte cuánto te amo.

 

Quiero entregarte lo que más pueda de este corazón hasta que quede seco porque te dio todo el amor a vos…

 

Ahora todo se mueve en cámara lenta,

los colores cambian de blanco y negro a sepia para volver a ser colores que rodean cada sentimiento.

 

Lo que fue se desintegra enfrente mío,

lo que es ya no es nada y lo que tendría que ser ya no será porque se fue…

los sonidos se vuelven irreconocibles y entre la multitud sólo siento el latir de mi corazón,

desesperado,

sólo,

buscando un tesoro que parece haber sido enterrado para siempre,

hundido como el Titanic y alejado y enfriado tanto como Plutón.

 

Respiro profundamente buscando renovar el oxígeno que corre por mi sangre.

 

Intento pellizcarme para poder despertar.

 

Hago lo posible por llegar al fin de este cuento y poder leer uno nuevo.

 

Quiero morir para revivir entre las cenizas como el fénix.

 

 

Quiero ser agua para congelarme,

condensarme,

elevarme y caer como lluvia en tus manos…

 

 Xavier Martinez