Que mañana, quizás, ya haya gobierno,
o habremos de esperar a primavera,
a que el brote del maíz se encuentre tierno,
lista esté para urdir la sementera.
O es probable habrá otras elecciones
y así nos plantaremos en verano,
habremos de ensayar nuevas canciones,
debamos de segar la mies a mano.
Pobre tierra por dudas anegada
impidiendo que broten nuevos frutos,
condenada a pagar tantos tributos
¡maldito sea el derecho de pernada!.
Quien rige los designios no es profeta
y no puede declararse el enviado
que incapaz de llevar es a la meta
la hacienda que sus hijos le han prestado.
¡Pobre viña, qué pena, pobre suelo!
tanto tiempo que perdió mirando al mar
nadie puede curar tu desconsuelo
y el abuso de ese riesgo a naufragar.
©donaciano bueno
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