La brisa de los vientos se suaviza;
el frío del invierno se retira
y el hielo de la sierra se disipa.
El campo se subyuga con la ortiga;
el brote de las mimbres se insinúa
y el surco se blanquea de garcillas.
Los tallos del espárrago repuntan;
las tórtolas del chopo se cortejan
y el potro se revuelca por la juncia.
¿Será mi corazón eso que suena,
o sangre bombeando por las venas?
¿O... savia renovando las entrañas
que bulle transformando mientras riega?
¿Son sueños, ofreciendo su esperanza
con toques melodiosos de promesa,
o flores del cerezo que me atrapan
cual briznas de la vida que me aferra?
Quizás será el clamor de la llamada
que avisa que llegó, la primavera.
Cecilio Navarro 22/03/2016