No hayo palabras, y me siento pésimo,
Algo dentro de mí se ha quebrado,
Siento desgarrarse a mi corazón,
Y las gotas escarlata que se le han escapado.
Sin la certeza de un porque,
Mi corazón egoísta solo te causa penas,
Amarrada a mi en contra de tu voluntad,
Te cambie las flores por mis cadenas.
Me cuesta aceptar que tu vida sigue,
Y ciertamente, no soy fundamental en ella,
Cuando tú eres tan fundamental en la mía,
En el retrovisor se pierde tu figura bella.
Igual me alegro de haberte conocido,
Y de haberte amado tanto,
Del tiempo aquel donde nos toco amarnos,
Hasta me alegro de cada lágrima de mi llanto.
Pero ahora me duele verme sin ti,
Y creo que la vida seria más fácil si la viviera contigo,
Extraño mi almohada con tus cabellos de Sol,
Y la mirada de tus ojos del color del trigo.
Tus brazos leves tratando de cubrir mi espalda,
Y la rebeldía de tu carácter arrebatado,
Tu mi mas tierna y leal cómplice,
La que ayer por mí su vida habría dado.
Hoy es el día del adiós,
Y mañana será una nueva vida,
Mi feroz corazón lamenta tú huida,
Pero no seguiré llorando tu partida,