Donaciano Bueno

Los humanos

Los humanos, esos seres tarambanas,
cada uno con sus fobias y sus filias,
obsesiones, intereses y familias,
cada cual un poco más cantamañanas.

Los humanos con sus odios y rencores,
sus desprecios, con sus éxitos y pifias,
que egoístas, van libando de caricias
cual si fueran indigentes picaflores.

Los humanos, llenos de contradicciones,
sin escrúpulos, modales ni decoros,
son rastreros, al igual que putas de oros,
son trileros predicando sus pasiones.

Sospechosos, esos seres tan pequeños,
egoístas que fardan de dadivosos,
los humanos, tan farsantes y engañosos,
tan falsarios, de su vida no son dueños.

Los humanos, ¡que ironía, que inhumanos!
que veneran a la vez a tantos dioses
y la vida hacen penosa a otros hermanos
y ante retos se presentan con sus poses.

Son tan listos, esos seres, los humanos,
que haciendo uso van espurio de su nombre
cual si fueran inmortales, ese hombre
que destroza a su cerebro con las manos.

Yo, que humano también soy junto a mi llanto,
que en sus heces me sumerjo y me revuelvo
y en girones de la duda me disuelvo
hoy renuncio aquí a ese honor y sufro y canto.
©donaciano bueno 

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