Mis versos se anidan despacio,
silente y descansan en tus pechos,
se peinan en el cristal de tus ojos
y se alimentan con el almíbar de tus besos.
Así, mis versos han logrado sobrevivir
a la carga pesada del estío y su calor sofocante,
a las horas superpuestas de labor cotidiana
y llevan tu nombre en cada encuentro.
Mis versos se encuentran con los tuyos
y hacen el amor por siempre,
porque tus versos y mis versos,
son amantes perfectos.
Se toman de sus metáforas
y se esconden entre hipérbatos,
entre símiles, comparaciones amorosas
y la naturaleza que nos secunda.
Nuestros cuerpos en el cesped
y los árboles con sus sombras,
un cielo azul estrellado como sábana
y nuestro amor, nuestro amor
por siempre enamorado.
¡Ay amor, tus versos y los míos son amantes perfectos!
Alma Erótica
José Luis Agurto Zepeda
Managua, Nicaragua
22 de marzo de 2016