Después de una discusión, siempre viene un golpe.
Luego, una palabra, después un grito, luego otro golpe...
Y entre golpe y paliza descarga su ira en ti.
Aceptas todos esos tratos, porque no quieres que nadie lo sepa
y sufres en silencio. Cuando llega borracho a casa o no le gusta la comida...
Tienes que obedecerle, sino te golpea. Golpe tras golpe, lloras...
Te maquillas para que nadie note nada pero en tu interior,
derramas lágrimas al no poder defenderte. Te amenaza con matarte, si hablas...
Muchas veces se va de flor en flor, mientras tú estás en casa, llorando.
Te sientes inferior cuando te insulta, cuando te llama \"puta\".
Esas palabras duelen más que los golpes.
¿Recuerdas cuándo juraste que no estarías en esa situación?
Por tus niños, no pones fin; también por el miedo del qué dirán...
Nadie se merece ese dolor, ese sufrimiento... Nadie es mejor que nadie.
No permitas que te humille, tú eres mejor que él,
que lo único que se enorgullece es que puede contigo.
Grita basta si te callas, puede que la muerte llame a tu puerta.
No defiendas a un animal que te pega, que te maltrata.
Nada es para siempre, y eso no es siempre eterno...
No derrames ni una lágrima más, porque nadie se la merece.
Sé fuerte, párale los pies, defiende tu vida, porque nadie pueda decirte
lo que puedas hacer. De tu vida, mandas tú. Si te pega, no es un hombre...
Si te pega, no es porque te quiere y tú has hecho algo mal...
Si te pega, es que no te quiere... Porque tú eres una mujer decidida...
Piensa ante todo en ti porque vales mucho, aunque otros digan lo contrario...
Di... ¡¡BASTA!!