UNA PRECIOSA MUJER
QUE TENÍA ARISTOCRACIA
ERA LA REINA DEL BURDEL
DONDE HACÍA SUS GRACIAS.
EL SEÑOR GOBERNADOR
HOMBRE PURO Y CREYENTE
JUGANDO A GANADOR
SE UFANABA ENTRE LA GENTE.
EN LA ESQUINA EL CARNICERO
A DIOS ROGABA REZANDO
COMO YO SOY PENDENCIERO
AL GOBERNADOR LE ESTARÍA APOSTANDO.
CUAL DE LOS DOS SERÍA
EL QUE ROMPIERA EL HECHIZO
TREINTA MONEDAS TENDRÍA
AL QUE A LA REINA SATISFIZO.
ESO ERA UN RETO FATAL
EL SE CREÍA SOBERBIO
EN EL BURDEL COLOSAL
SERÍA EL DUELO DE NERVIO.
Y LA VOZ SE HA CORRIDO
DE LA CURIOSA CONTIENDA
EL CARNICERO JODIDO
DE ACUERDO ESTÁ CON LA PRENDA.
EL HOMBRE CON SU FINURA
EL RECATO LO MANTENÍA
CIERRA LA PUERTA, TERNURA
SIN ENCENDER LA LUZ LE DECÍA.
LA REINA ESTABA DISPUESTA
DESNUDO TE QUIERO VER
MIRA QUE SOY DISCRETA
TODO SALDRÁ DE PLACER.
COMO AL MUNDO VINO EL SER
DESNUDITO CAMINABA
Y DESDE LA VENTANA CON QUERER
UNAS FOTOS LE TOMABAN.
EN LA PLAZA Y CON DEVOTOS
SOBRE LAS ANTIGUAS MURALLAS
APARECIERON LAS FOTOS
DE TAN MEMORABLE BATALLA.
EN LA LEYENDA DECÍA
EL SEÑOR GOBERNADOR
EN SU VALIENTE ALEGRÍA
DESNUDA SU PUNDONOR
ASÍ DEBE SUCEDER
CON MUCHOS TIPOS DE FAMA
QUE TODO LO HAN DE QUERER
CONQUISTARLO EN UNA CAMA.
EL CUIDADO VA ADELANTE
EL INFORTUNIO DETRÁS
AUNQUE SEA UN GALANTE
CUÍDESE DE LOS DEMÁS.
QUE EL AGRAVIO SE PAGA
SIN NINGUNA CONTEMPLACIÓN
LA FAMA NO SIEMPRE GANA
A LA INVENTIVA LECCIÓN.