Sin vasos de agua regados,
Ni las conversaciones adyacentes
Comúnmente a la situación.
Sin vidrios rotos
Ni miradas de odio.
No precisé de preámbulos
Ni preparaciones.
No busqué motivos,
Mucho menos razones.
Simplemente lo hice…
Te dije:
¡No te pienso volver a ver nunca…!
Mirando fijamente la silla vacía.