Me preguntas, con dolor, con lágrimas y miedo,
Si algún día significaste algo para mí.
Si alguna vez fuiste mi fe o mi credo.
Y yo te respondo que tú para mí,
siempre lo fuiste, lo serás y lo eres todo…
Eres mi más valioso y más bello recuerdo.
A tú costado fue mi amanecer más cálido,
La noche más gloriosa, el beso más preciado.
El más bello y hermoso de los crepúsculos
que a mi ser alguna vez han extasiado…
Eres la bella noche de luna de mi vida,
o el mejor de aquellos mis mejores días.
Mi viento suave y fresco, mi flor prohibida,
con olor a orquídeas, violetas y a rosas,
a geranios, claveles, jazmines o gardenias…
Eres:
Mi paisaje perfecto, y mi musa divina,
mi sendero correcto, sol que me ilumina…
Eres:
Los labios más perfectos, el cabello más terso,
los ojos más profundos, el cuerpo más hermoso…
Eres:
Mi montaña, mis valles y mis llanos,
mi tundra, raso, mi estepa y mi sabana,
mi soledad, mi compañía y caravana,
mi utopía, mi fantasía y mis sueños…
Eres:
Mi selva, mi desierto, mi río y mi lago;
mi barca y mi puerto, mi esperanza y ego…
Eres mi sangre, mi corazón y mis venas,
mi pensamiento, forma de pensar e ideas…
Eres mi ilusión y locura, mi nada y mi todo,
fantasma y sombra, mi espectro más amado.
Mi alucinación y engaño, lo bueno y lo malo,
Mi verdad y mentira, presente y pasado.
Mi esperanza, mi fantasía, mi sueño preferido…
¡Lo que toda mi vida siempre quise tener
y lo que no hubiera nunca querido perder!…
¡Eres para mí, simplemente… la vida entera!