¿Eres feliz? ¿en verdad estas satisfecho
de tu vida? ¿haces lo que tú decides?
¿piensas lo que dices? ¿deseas,
en realidad eso por lo que tanto trabajas?
¿actúas como piensas? ¿tiene algún
sentido tu existencia? ¿eres consecuente
con tus principios? ¿estas logrando
lo que te propones? ¿te conoces?
No preguntes más -dijo-
El pensamiento sólo lleva a pensamiento,
lo que necesitas es no pensar, olvidarte.
Comprender que hay preguntas
que no deben hacerse.
¡Víve! ¡siénte tu vida!
¡compártela!
¡quiérela!