Soy tuya
desde mi lengua
hasta el final de mi espalda
tan tuya, como mío eres
sin ataduras, te tengo
sin jaula me retienes
y tú, mío, sin saberlo.
Sintiéndote propio
me eh escurrido entre tus grietas
que nunca parecen sanar
mío te hago y mío te dejo
ojalá esta posesión tan vaga
fuera al fin, Nuestra.