Una larga noche tan negra como la muerte,
Muerte que esperaba a la vuelta de una esquina.
Mucha juventud y tantos ideales, subvierten
Muerte vestida de uniformes, botas y picana.
Mi pobre patria sangra ¡Pobre mi Patria Argentina!
Sangre joven derramada en manos del vil genocida.
No puedo olvidar a esos monstruos hirientes
Buscaban mi muerte en la primavera de mi vida.
Mi única culpa era ser joven y pensar diferente.
Fue larga la noche y unos engendros apestosos
Me observan sigilosos con pútrido olor a muertes,
Mis libros de filosofía eran armamentos peligrosos
Para estos monstruos de garrocha malolientes.
Estudiar el magisterio era un arma letal,
Tener veinte años era una feroz amenaza
Para el régimen de terror dictatorial,
Y el pueblo callado, con una cruel mordaza.
Veinticuatro de marzo del setenta y seis,
Ellos clavaron una lacerante y venenosa espina,
Que hirió de muerte a mi angustiado país
Y mutiló a la niñez de mi triste argentina.
Tengamos memoria conociendo la historia
Recobremos la dignidad conociendo la Verdad…
Y con las inmundicias que se haga justicia.
MEMORIA… VERDAD Y JUSTICIA
Tres mojones para curar las heridas.
nelly h
23/03/16
Argentina