benchy43

AMO EL BOSQUE.

 

Amo el bosque, despojado de prejuicios,

sin zapatos  que se limpian

a la entrada,

sin sábanas de organza

ni manteles con festón, 

sin la música rebelde, inaguantable,

de la calle San Martín.

 

Sin bocinas que enloquecen,

ni alarmas que resuenan,

sin gritos desaforados,

ni  semáforos que mandan,

sin celulares de marca

que idiotizan a la gente.   

 

Amo esa brisa alegre

que dialoga con el rayo de sol

en el ramaje,

el encendido rojo de la flor

en el barranco,

el trino altisonante  del pájaro que muestra

su libertad de vientos  y de plumas bien peinadas.

 

Amo esa lejanía donde está,

tan quieto,

tan sujeto a las montañas,

y a su lago,  

tan sonriente con el paso del arroyo,

tan apegado a los ritos

de las sombras milenarias,

de las hadas  y  los gnomos

y del misterio verde del paisaje.

 

Amo la lentitud con que deshoja

el tiempo,

lo prolijo del arácnido telar,

el ondeante caminar

del gusanito peludo,

el fisgonear del cervato

entre el follaje,

el aletear multicolor

de mariposas.

 

Amo el bosque del corazón tallado

en el árbol majestuoso,

sabedor de secretos de la fronda

y de ésta, mi poesía,

que simula una lágrima al caer

con  el rumor salpicado

de la cascada espumosa.

 

Derechos reservados por Ruben Maldonado.