Por más que yo te quiera,
tu nunca vas a cambiar,
jamás me serás cien por ciento fiel.
La casa... siempre limpia,
la comida...ahí servida....y tu?
en la calle y con compañía!
No te importa si la puerta cerrada está,
siempre te escapas por la ventana,
Caminas elegante y sigiloso,
Si temor a que...
con tu nuevo amor, yo te vea!
Con tu atlético cuerpo,
cubierto con tu impecable traje blanco,
y tus grandes ojos, color azul intenso,
debes haber hechizado a tu nuevo amor,
a quien bajo la luz de la Luna,
llevas tu serenata hasta su balcón,
y al primer maullido enamorado,
de inmediato sale a recibirte,
te entrega completo el corazón.
y se van juntos por los tejados,
a declararse su gatuno amor.
Después de días de ausencia,
cuando has saciado tu anhelo de amor,
regresas a casa, sediento y hambriento,
queriendo encontrar servidos,
tu leche tibia y tu alimento.
Tu impecable traje blanco,
está ahora sucio, roto y maloliente.
Cansado de tus amoríos,
te apresuras a comer,
y entre ronroneos y dormitadas,
tu cuerpo con su traje blanco,
de nuevo acicalas con frenesí.
Claudia Alhelí Castillo
23-03-16