Sobre el tranquilo lago veo mi reflejo
que flota impalpable como entre bruma
tu recuerdo cada vez mas se esfuma
de mi mente y de mi corazón viejo.
En el cielo puedo mirar tu lejanía
y en el mar la soledad es espuma,
sobre las estrellas mi alma se ahúma
en cenizas de lo que fue alegría.
Suenan los cantos de los ángeles
anunciando el dolor postrimero
que viene lleno de amargas hieles
por las cuales cada noche muero,
a media voz, repito que me dueles
y lloró como lo hace un guerrero.