A media luz, he de sentir el corazón padecer cáncer de caricias,
Me besan las horas cada noche, enardecidas de madrugadas,
Otra vez me quedé soñando despierta, ahí abrazada de sus sombras,
Rondando en la alcoba como si fuera a encontrarle bajo las sábanas...
Estoy planeando una estrategía para robarle un par de sonrisas,
Remendaré lo que otros amores hicieron cenizas,
Esperando tan sólo que me sostenga entre sus alas,
Si lo consigo, quizá habré logrado remendar lo que hoy son sólo ruinas...
Tengo mil noches de inviernos, para que las haga primaveras,
Ústed decida, pero no tardé porqué no me quedan más vidas...